En el mundo en que vivimos hay esperanza, hay dolor y sufrimiento, hay vida estéril, amor, tentaciones, hay comprensión, ternura...

Cuando miramos el mundo, a nuestro entorno o a quiénes nos rodean podemos ver alguna de estas cosas o pueden pasarnos desapercibidas. A veces pedimos a Dios lo que “necesitamos”: encontrar un trabajo, no padecer enfermedades, que no haya sufrimiento a nuestro alrededor, a así entendemos el “pedid y se os dará...”. Y otras veces somos capaces de ampliar nuestra mirada y fijarnos en las necesidades de otros. Y es que podemos mirar desde muchos acentos y con muchos filtros en la mirada. Y desde dónde y cómo miremos, seguramente actuaremos. Podemos vivir ignorando, comprendiendo, aceptando, escondiéndonos. Construyendo, transformando, rechazando, destruyendo, agradeciendo...




Hoy te invito a que vayas a la oración dejándote en manos de Dios, abriéndote a su Presencia de Amor, de Padre. Muéstrale lo que ves, lo que sientes cuando miras. Háblale de los que ejercen la violencia, de los enfermos, de la falta de trabajo, de los que sienten a Dios ausente, ora con el dolor, la frustración,...deja que Dios te ayude a salir de ti mismo, que Jesús y su Vida ocupen tu centro. Quizá te enseñe nuevas maneras de hacer, de compartir, de entregarte, de salir al encuentro, de buscar, de sentir, de amar. Quizá descubras otra manera de pedir, comprender y vivir desde la Confianza en Él