Nuestra actitud vital en el ámbito de la fe es de búsqueda. En ocasiones no estamos seguros de por dónde comenzar nuestra misión, de si lo que hacemos está de acuerdo con la voluntad de Dios, o de cuál debe ser nuestro mensaje. Nuestra decisión de seguir a Cristo a veces se desvía y necesitamos revisar nuestras elecciones para concretar la entrega a los valores del Reino.

La iniciativa siempre es de Dios, que nos llama y espera una respuesta. Y su amor nos hace libres para elegir nuestro camino, que puede coincidir o no con el suyo. ¿Qué camino es el que quieres tú tomar?

Mi sustento es cumplir la voluntad del que me envió y dar remate a su obra. (Jn 4, 34)

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